un amigo lo escribo, y como me parece que todo tiene cabida en este blog, yo lo cuelgo.
gracias jose miguel.
Titulo del poema: La misma luna distinta luz.
Ladrillos hechos de hambre.
Paupérrima humanidad enferma, Indigna sociedad social.
Mientras la riqueza duerme en su diván, la pobreza dormita en el fago de su verdad.
Ya es hora de desestabilizar el mundo global y de volver a la antigua sobriedad del trueque.
Dejemos de consumir nimiedades superfluas, para deleite de sus bolsillos.
Volvamos de la urbe, al llano y cultivemos los campos.
Hagamos fértil al individuo y a la sociedad en que vivimos.
Digámosle no a la mendicidad de lo absurdo y a su maliciosa bondad.
Saquemos el vil metal de sus angostas cárceles hipotecarias.
Promulguemos leyes para que les sea devuelto lo que fue arrebatado al pueblo.
Es la hora de ayudar a tu hermano y no la de salvaguardar a los bancos.
Es el momento perfecto de volver a ser libres de nuevo.
El mundo entero necesita otro empuje otro modelo.
Hay miles y millones de hectáreas que harían enmudecer al hambre.
Generemos la autosuficiencia y no la dependencia senil.
Hagamos que la tierra vuelva a ser el Edén de todos y no tan solo el de unos pocos.
Tanta obscenidad me irrita, que hipocresía la de esta política.
Por que soportar coronas, por que ser indulgentes con su gasto.
Y luego ahogar al llano subiendo impuestos que no son capaces de pagar, ni trabajando a dos manos.
Para todo se inventan necesidades, menos para las que realmente necesitan las desigualdades.
Me producen náuseas que en esta época del tiempo en que vivimos aun perezca la infancia y que nunca lleguen mas haya de ser niños.
Es odioso ver que hemos llegado a la luna y que somos incapaces de luchar ante la hambruna.
Desaparecerán pueblos y sociedades enteras, solo para que unos cuantos se enriquezcan sin problemas.
Han desaparecido los valores que realmente deberían de regir el mundo y nuestros dirigentes son algo más que corruptos si cabe.
Cubren con cortinas de humo la verdad de sus indecisiones y fragilizan la cultura social poniendo precio a la enseñanza.
Asesinan a libres pensadores que rompan las cadenas del pueblo y abran sus ojos al mundo.
Basta de silencios Señores, basta ya de incumplir sus propias falacias y decisiones.
Autor: José Miguel Pérez Tejedor.